Trayectoria, experiencia y experticia

Turismo medico: Un negocio que rebosa de salud

El turismo médico es un fenómeno global que está tomando un gran auge en América Latina, por dos factores primordiales: los moderados precios de la atención y la cercanía de muchos países a Estados Unidos y Canadá.

Los indicadores de la industria del turismo de salud son positivos. Los expertos estiman que el volumen de pacientes y acompañantes que viajan por motivos de salud ha crecido de un 25% a un 30% anual y los ingresos de un 37% a 40% cada año.

Más de la mitad del turismo de salud lo capta Estados Unidos; sin embargo, tras ese negocio fuerte y lucrativo hay una creciente competencia, en la que participan desde Australia hasta Vietnam. Alrededor de 50 naciones del mundo han declarado el turismo médico de interés nacional, precisa el estudio “Turismo médico en Nicaragua”, elaborado por el bufete Calvet & Asociados, el que toma como fuente encuestas de la Medical Tourism Association (MTA).

Entre los países que impulsan el turismo de salud en América Latina y el Caribe destacan Argentina, Bahamas, Barbados, Brasil, Ecuador, México, Perú y Uruguay, entre otros.

En Centroamérica, indica el estudio, despunta Costa Rica. Le siguen Panamá y El Salvador; el primero persigue atraer al mercado estadounidense que está familiarizado con el país canalero, y el segundo, a la numerosa comunidad de salvadoreños residentes en Estados Unidos y Canadá.

A esos países centroamericanos les siguen, un poco más rezagados, Nicaragua, Honduras y Guatemala. Sin embargo, de este trío de naciones, Nicaragua está a la cabeza, ya que tiene un hospital certificado por la Joint Commission International (JCI), una de las firmas de mayor prestigio mundial, destaca el diagnóstico solicitado por las autoridades nicaragüenses.

La investigación elaborada por el bufete Calvet & Asociados en octubre de 2011 y divulgado en enero de este año, refiere que esta floreciente industria se basa primordialmente en el paciente sin seguro (sin Medicare), en el que tiene poca cobertura o que necesita procedimientos electivos no cubiertos. También apunta a un mercado étnico radicado en países más desarrollados.

Según el mencionado estudio, entre los servicios médicos que más buscan los pacientes de turismo de salud están cirugía cosmética (aumento de mamas, de glúteos, párpados o liposucción), trabajos dentales, ortopedia y medicina general.

Entre el 75% y el 83% viaja acompañado, y cada seis de diez acompañantes aprovecha para tomar tours (paquetes de turismo) por el país de destino. Al concluir la experiencia de ambos, paciente y acompañante, el 67% regresa satisfecho y contento por la atención recibida.

¿Pacientes o consumidores?

Según la Encuesta de Consumidores del Cuidado de la Salud 2011, reporte global: Principales hallazgos e implicaciones estratégicas, de Deloitte, (2011), en la mayoría de los países, los consumidores son considerados “pacientes”, personas carentes de conocimiento, habilidades y recursos para manejar su salud de forma adecuada.

“Hay tres tendencias globales que sugieren que los líderes de los sistemas de salud deberían pensar en pacientes como consumidores. La primera es que las innovaciones médicas están brindando soluciones a problemas de salud que habilitan a los consumidores a cuidarse a sí mismos. En segundo lugar, los gobiernos y empleadores enfrentan una reducción de sus presupuestos y, en tercer lugar, los consumidores están prestando atención al cuidado de la salud como nunca antes lo hicieron”, afirmó Paul H. Keckley, director ejecutivo del Centro Deloitte para Soluciones de Salud.

El estudio afirma que cerca de la mitad de los consumidores dicen que han sido diagnosticados con una o más condiciones médicas crónicas. Por otra parte, la mayoría de ellos afirmó haber participado en tratamientos preventivos durante el último año, incluyendo exámenes y vacunaciones.

El estudio reveló que el costo de los servicios de salud, aunado al estado de la economía, representa una preocupación creciente para los consumidores, que los fuerza a alterar el presupuesto del hogar, atrasar los tratamientos y preocuparse por su habilidad para pagar los costos futuros de la atención médica.

De acuerdo con Sheryl Coughlin, directora del Departamento de Investigación del Centro Deloitte para Soluciones de Salud, el turismo médico provee a los países centroamericanos una gran serie de beneficios, como la inyección de divisas, inversión extranjera, la reinversión en el sistema de salud local, la reducción de la fuga de cerebros a otras naciones y un flujo económico hacia otros sectores, como el turístico, el transporte, el comercial, entre otros.

Es por esa razón, afirmó Coughlin, que Centroamérica ha realizado esfuerzos para atraer el turismo médico, como la obtención de certificaciones a través de la Joint Commission International, “para asegurar que la calidad de los cuidados iguala los estándares internacionales”.

Según la experta, Centroamérica ha desarrollado clusters de expertise en ciertos procedimientos, como los tratamientos dentales, cosméticos y cardíacos, entre otros, de manera que “una masa crítica de personal calificado, hospitales con equipo actualizado y cuidados posteriores a los tratamientos están empacados dentro de la ecuación de cuidados médicos”.

De acuerdo con Coughlin, esta tendencia del turismo médico no solo atrae a extranjeros, sino que los centroamericanos residentes en el exterior se pueden sentir más cómodos viajando a sus países de origen para tratamientos médicos, dada la cercanía con sus familiares, su lengua materna y el entendimiento cultural de los temas de salud.

Entre las principales fortalezas de la región, en materia de turismo médico, se encuentra la proximidad con Estados Unidos y Canadá, y costos de transporte más bajos, en comparación con otros hubs de turismo médico como Tailandia, Singapur, Malasia o la India, destacó Coughlin.

Además, afirmó la experta, existe una ventaja en precios, en comparación con Estados Unidos y Canadá y hay muchos hospitales acreditados con JCI en Centroamérica.

La propuesta tica

Miles de personas viajan a Costa Rica, cada año, para recibir servicios médicos de alta calidad a un precio mucho menor que lo que pagarían en sus naciones de origen, lo cual se ha vuelto un buen negocio, no solo para ellos, sino para el país.

De acuerdo con el director ejecutivo del Consejo para la Promoción Internacional de la Medicina de Costa Rica (Promed), Massimo Manzi, el turismo médico genera cerca de US$298 millones al año y se prevé que pueda aportar US$900 millones para el 2014, gracias al crecimiento esperado de programas corporativos, que implementen empresas y aseguradoras de Estados Unidos, a través de los cuales se pueda acceder a mercados “mayoristas” y contar con otros canales de comercialización no tradicionales.

El turismo médico ha venido en crecimiento en Costa Rica, según datos de la Clínica Bíblica: en el 2007, se reportaron 20.000 turistas que buscaban algún tipo de tratamiento, en el 2008, 25.000 y en el 2009, 30.000.

De acuerdo con cifras de Promed, Costa Rica recibió 36.000 pacientes/ turistas durante el 2010, cifra que espera incrementar a 100.000, para finales del 2014.

De acuerdo con expertos consultados, el gasto promedio de estos turistas oscila entre los US$5.000 y los US$15.000 según el procedimiento, lo cual representa ingresos nada despreciables para el país.

Para el Ministro de Turismo de Costa Rica, Allan Flores, la salud y el turismo se han conjugado para brindar al paciente un excelente servicio, en un ambiente óptimo para su recuperación.

“Costa Rica ha ganado terreno para convertirse en un destino predilecto para el desarrollo del turismo de salud, actividad que fue declarada de interés público, según decreto ejecutivo, desde el 27 de octubre, del 2008”, destacó el funcionario.

Entre los hospitales más reconocidos de Costa Rica destacan el Clínica Bíblica y el Clínica Católica. Otro que busca reforzar su participación en el mercado turístico es el Hospital CIMA, que promueve la construcción de su nuevo edificio en la provincia de Guanacaste, una zona de alto desarrollo turístico, dijo Gustavo Lee, gerente de operaciones de CIMA.

El director de Promed afirmó que es importante mantener competitivos los paquetes, en cuanto a precios y la alta calidad de los servicios, la cual afirma es “muchas veces superior a la que se ofrece en hospitales medianos de Estados Unidos”.

De acuerdo con el doctor Jorge Cortés, director médico de la Clínica Bíblica, el costo de los procedimientos médicos en el país es un tercio del valor de los mismos tratamientos en los Estados Unidos.

El director de Promed agregó que Costa Rica cuenta con tres hospitales acreditados con la certificación Joint Commission International (JCI), más de 20 clínicas de atención ambulatoria acreditadas por la Asociación Americana para la Acreditación de Facilidades para Cirugías Ambulatorias (Aaaasf, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Acreditación para el Cuidado de Salud Ambulatorio (Aaahc), así como un Sello de Calidad Promed, que permite al paciente internacional identificar fácilmente los servicios de calidad y con respaldo.

“JCI es el brazo internacional de Joint Commission, ente acreditador de mayor prestigio y solidez en Estados Unidos”, afirmó el representante de la Clínica Bíblica, uno de los tres hospitales acreditados del país.

De acuerdo con Pérez, representante del Hospital Clínica Católica, que junto con el Hospital CIMA completa el grupo de los tres acreditados, la certificación de JCI garantiza que quien cumple sus estándares ofrecerá la misma calidad y seguridad que hospitales en Estados Unidos o Canadá.

Guatemala despunta

En septiembre de 2007 se creó la Comisión de Turismo de Salud y Bienestar de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport), la cual agrupa a 38 socios en los campos de medicina general, medicina alternativa, radioterapia, odontología, oftalmología, fertilidad, cirugía general, cirugía plástica. Además de clínicas y hospitales, incluye facilitadores médicos, hoteles, spas y tour operadores.

La comisión es miembro del Medical Tourism Association (MTA) con base en Florida, Estados Unidos, entidad que le brinda asesoría sobre cómo promover a Guatemala como un destino para el turismo de salud.

Según la comisión, en 2011 el país recibió 1.500 turistas de salud y bienestar, cifra que incluye a quienes vienen para hacer uso de un spa o recibir tratamiento odontológico y que se calcula con base en los registros que llevan los afiliados. Pero Claudia de León Aguirre, presidenta de la comisión, calcula que la cifra real podría ser mucho mayor.

No se cuentan con cifras exactas que denoten la procedencia de los turistas de salud y bienestar, pero De León estima que la mayoría procede de Estados Unidos, Canadá, el sur de México, Belice, Centroamérica y Europa.

Se calcula que el turista médico gasta cuatro veces más que un turista promedio, su estancia media es de dos o tres semanas y suele viajar acompañado de dos o tres familiares que aprovechan la ocasión para disfrutar de unas vacaciones. Si se suman los gastos de tratamiento médico, transporte, hospedaje, alimentación, excursiones a lugares de interés turístico, y compra de artesanías, cien turistas médicos le generan al país ingresos de US$1.125.000 durante un periodo de diez días.

Los tratamientos con más demanda son la cirugía cosmética, oncología, odontología y oftalmología. “Estos pacientes viajan a Guatemala porque hay tecnología de punta, buena infraestructura, médicos altamente capacitados y costos 70% inferiores a los que se manejan en Estados Unidos”, afirma De León.

Para el 2012, la comisión espera que el número de turistas médicos aumente a 5.000, con ingresos para el país de US$58 millones, cifra que se incrementaría a 20.000, con ingresos de US$232 millones para el 2015.

A corto plazo, afirma la comisión, los nichos de mercado para Guatemala son los jubilados estadounidenses que residen en el sur de Florida, guatemaltecos legales residentes en Estados Unidos, estadounidenses que no cuentan con un seguro médico y baby boomers.

Para el 2050, el número de estadounidenses con 65 años o más, se habrá duplicado, y seis de cada diez pacientes padecerá una condición crónica, dicen los estudios de la Comisión.

A mediano y largo plazo, estiman los expertos guatemaltecos, la entrada en vigor de la nueva Ley de Salud en Estados Unidos generaría una sobredemanda de servicios médicos y provocaría un aumento exponencial en el número de turistas médicos que arriban al país.

Según las proyecciones de la comisión, para el 2020 la cifra de turistas médicos que visiten Guatemala podría aumentar a 75.000, con ingresos de US$870 millones.

Dos hospitales privados guatemaltecos, el Centro Médico y el Hospital Herrera Llerandi, buscan certificarse con la Joint Commission International para atraer un mayor número de turistas de salud y bienestar.

Con 12.300 metros cuadrados de construcción, 96 camas y una gama exhaustiva de especialidades, el centro médico está a la vanguardia de la atención privada en salud.

Este hospital de tercera generación atendió en 2011 más de 10.000 emergencias y tuvo 5.500 egresos hospitalarios. La mayor parte de los especialistas cuentan con posgrados obtenidos en el exterior.

Un 5% de los pacientes atendidos por el centro médico son extranjeros, cifra que incluye ejecutivos de empresas foráneas radicadas en Guatemala, además de turistas médicos.

Alejandro Nitsch Montiel, director médico, dijo que este segmento tiene un gran potencial de crecimiento.

Multimédica abrió sus puertas en 2005 como un centro de especialidades y cinco años después ya se había convertido en un hospital con nueve habitaciones. Cada mes se realizan 200 cirugías mensuales, un 70% de forma ambulatoria, ya que la institución se especializa en laparoscopia.

Según María José Gutiérrez Ogarrio, gerente administrativa de Multimédica, para el turismo médico “tenemos la infraestructura y las especialidades. Lo que hace falta es situarnos como un país que ofrece este tipo de servicios”.

En Panamá, el turismo médico ha venido organizándose con mayor empuje en los últimos años, destacó Ernesto Orillac, subadministrador general de la Autoridad de Turismo de Panamá. Ahora, la entidad busca impulsar a Panamá como una marca de destino de turismo de salud.

“Tenemos la conectividad aérea, infraestructura, acceso a la tecnología y un producto turístico muy interesante”, destacó el funcionario.

Ya hay, en el Legislativo, propuestas ante la Asamblea Nacional para regular a la industria en la parte médica, hacer un cluster y convertir a Panamá en un hub de hospitales, precisó Orillac.

Pero para que el turismo médico se desarrolle más, “es necesario que la empresa privada salga a vender en grupo. Nuestra gestión como Autoridad de Turismo es facilitarle proyectar la marca país Panamá”, consideró.

En turismo médico, explicó el funcionario, “uno tiene que negociar con los grupos de empresas de seguros que están buscando nuevos lugares que tengan los estándares de calidad, pero menores costos”.

El Hospital Punta Pacífica (HPP), acreditado desde 2011 por la JCI, cuenta con una red de médicos, la gran mayoría con especialidades y subespecialidades en centros internacionales, “somos un hospital humano, que se decretó sin dolor, que cubre todas las especialidades que hay”, destacó Moisés Zebede, director médico.
Con 500.000 metros cuadrados, ofrece diagnósticos con tecnología de punta y cuidado médico a pacientes de la región. Está organizado con una oficina de salud global, que se encarga de hacer paquetes a nivel internacional con brokers, hospitales o con entidades directas. La atención para los pacientes internacionales es personalizada.

También entre las mejores, la Clínica Hospital San Fernando, con más de 63 años de experiencia, fue certificada en el 2011 por JCI. Ofrece todos los servicios de un hospital de tercer nivel y tercer grado de complejidad, con excepción de cirugía de trasplante.

Otra institución de prestigio, el Centro Médico Paitilla, fundado en 1975, ha sido pionero en la utilización de tecnología de punta, destacó Vilma Moreno de Arias, directora ejecutiva.

A inicios del 2010, modernizó sus instalaciones físicas, habitaciones y áreas comunes; actualizó los equipos tecnológicos médicos y modernizó los equipos para los servicios básicos. Este año, además, renovó el centro oncológico.

Alternativa El Salvador

El Salvador también está dando la pelea para quedarse con parte del negocio que genera la industria del turismo médico. Sus principales cartas son su “nivel de especialización, calidad y precios competitivos”, estimó Eduardo Lovo, especialista en neurocirugía y radiocirugía del Hospital de Diagnóstico, y uno de los expertos que apuesta por este tema, con su Instituto de Neurociencias y el recién inaugurado Centro Internacional del Cáncer (CIC).

Del total de pacientes atendidos en el CIC en 2011, precisó Lovo, un 11% fueron extranjeros, que podrían ser clasificados como turismo médico. Para el 2011 se prevé que el porcentaje de pacientes extranjeros atendidos en el centro alcance un 16%, indicó.

Los procedimientos, como cirugías no tan invasivas de la columna vertebral para tratar el Parkinson, por ejemplo, en el Hospital de Diagnóstico cuestan a los pacientes extranjeros hasta una tercera o cuarta parte de lo que gastarían en Estados Unidos, detalló Lovo.

De acuerdo con el odontólogo salvadoreño Rafael Lorenzana, en calidad el país compite fuertemente con los mercados mexicano, costarricense y colombiano.

Lorenzana es un profesional graduado y certificado en Estados Unidos, especialista en protodoncia, y también le ha apostado a los servicios de turismo médico, en el ramo de implantes dentales.

Sin embargo, opinó Lorenzana, el precio de los pasajes aéreos a El Salvador, por la falta de una política de cielos abiertos, es muy alto y se hace muy difícil competir.

Lorenzana Dental Center se promueve directamente a través de su sitio web y de una red de contactos ya establecidos desde hace tres o cuatro años. Ofrece todo un paquete de servicios y los pacientes pueden hacer un poco de turismo, aparte de su procedimiento dental.

“Tenemos alianzas con hoteles y hemos constatado que la derrama económica, si se multiplicara el turismo médico, sería fabulosa. Nuestros pacientes vienen a su procedimiento, se quedan en un hotel, hacen turismo en la playa, montaña, van a restaurantes, etc.”, expresó Lorenzana.

Honduras: arrancando

Honduras ya se prepara para iniciar procesos que coloquen al país en el mapa de la industria del turismo médico.

Desde el Instituto Hondureño de Turismo, IHT, se trabaja en elaborar políticas que permitan posicionar al país como una opción segura, económica y de alta calidad para el turismo médico. Infraestructura hospitalaria y tecnología médica de punta, son los retos.

César García, oficial de turismo en salud del IHT, explicó que uno de los primeros pasos que se están dando a nivel nacional es la creación de la Asociación de Turismo Médico de Salud, que en sus estatutos y reglamentos obligará a las organizaciones miembros a cumplir con las especificaciones sanitarias del país, las certificaciones sanitarias de la Organización Internacional de la Salud, y garantizará, por ende, un servicio de calidad.

En busca de fortalecer esta nueva modalidad de turismo, el IHT mantiene una estrecha relación de trabajo y asesoramiento con la Organización Panamericana de la Salud, OPS, que junto al Ministerio de Salud les ha dado las directrices y estándares indispensables para desarrollar un turismo sostenible, orientado a la salud.

Además, hospitales privados en Honduras, como el Medical Center en Tegucigalpa y Cemesa en San Pedro Sula, han dado ya sus primeros pasos para lograr certificarse con la Joint Comission International (JCI).

José Samara, presidente ejecutivo de Cemesa (antes Centro Médico Sampedrano), con 40 años de historia, destacó que se prevé para este año la remodelación y ampliación de sus actuales instalaciones, y la construcción de un novedoso hospital en la Isla de Roatán, uno de los tesoros turísticos del país.

Ricardo Aguilar, director médico del HMC, reconoce que el turismo médico no es un tema simple, porque implica ofrecer a “ese” grupo de pacientes las condiciones que son exigidas por organismos reguladores internacionales, para garantizar calidad de atención y seguridad”.

Pero los primeros pasos ya se dieron

Nicaragua: dos en la jugada

Lucy Valenti, expresidenta de la Cámara Nicaragüense de Turismo (Canatur), confirmó que Nicaragua está dando los primeros pasos para la creación y conformación de una Asociación de Turismo Médico, en la que se involucrarían todos los actores, desde el gobierno hasta los centros hospitalarios y tour operadores.

Esta asociación trabajará en una estrategia nacional, que contaría con el apoyo del Instituto Nicaragüense de Turismo (INTUR).

Con un trabajo de promoción y mercadeo organizado, en el que se involucren todos los actores y se desarrolle como un plan de nación, estima que podrían registrarse tasas de crecimiento anual del 11% al 31% en pacientes extranjeros.

Basándose en esas proyecciones, el estudio indica que de 1.980 pacientes anuales que se captaron en el 2011, al 2021 Nicaragua podría estar captando 16.111 pacientes y al 2031, un total de 239.795 extranjeros. Una verdadera explosión.

En hacer realidad esa proyección trabaja la firma WellMed de Nicaragua, que en alianza con todos los actores del sector, especialmente hospitales y médicos especialistas, buscará desarrollar el mercado de pacientes nicaragüenses residentes en Estados

En el 2011, el Hospital Metropolitano Vivian Pellas se unió a un selecto grupo de centros hospitalarios de América Latina y del mundo, que logró la acreditación internacional de la Joint Commission International (JCI), organización certificadora independiente con más de 75 años de trayectoria en Estados Unidos.

Este centro hospitalario, perteneciente al grupo Pellas, logró completar con éxito el proceso de la acreditación internacional otorgada por la JCI, con un puntaje altísimo de 97. Y lo hizo, con apenas siete años de funcionamiento, convirtiéndose en uno de los centros acreditados más jóvenes en América Latina y el mundo.

En la actualidad, el Hospital Metropolitano es el centro de referencia de extranjeros residentes en Nicaragua, turistas internacionales, personal de misiones diplomáticas acreditadas en el país y ejecutivos internacionales. De acuerdo con Gilberto Guzmán, director general del centro hospitalario, ese segmento representa en la actualidad el 10% de la facturación anual.

Con la acreditación internacional, explicó el director general, el país satisface el requisito de los grandes facilitadores de turismo médico que operan en Estados Unidos y Canadá, entre otros, y que son los principales canales de mercadeo y distribución, ya que ofrecen información, reservación, organización de los paquetes y manejo de los pacientes.

De acuerdo con el estudio Turismo Médico en Nicaragua, entre esas empresas facilitadoras están InUShealth, Premier MedEscape LLC., iBariHealth, Planet Hospital Inc. y Medical Tourism.

El director indicó que están trabajando en el Plan Estratégico 2012-2017 y que en este el turismo médico es uno de los segmentos por priorizar. Como un primer paso, dijo que han abierto una oficina de promoción y mercadeo en Miami, Estados Unidos, donde residen miles de nicaragüenses.

Guzmán valoró que el país tiene ventajas para incursionar en turismo de salud y desarrollarlo con éxito. Por ejemplo, fácil acceso desde Estados Unidos por vuelos directos, atención hospitalaria de primera calidad como el caso del Hospital Metropolitano, proyección turística del país muy positiva y una imagen reconocida de seguridad pública a escala regional y mundial.

La estrategia es captar en el extranjero, especialmente en Estados Unidos, a pacientes de origen nicaragüense y estadounidense en cirugías electivas (programadas), en las especialidades de ortopedia, estética, plástica y ginecología, entre otras.

Otro nuevo jugador ha surgido en Nicaragua, apuntando al turismo médico. Se trata del Hospital Central Managua Dr. César Amador Kühl, empresa que pertenece al grupo financiero Invercasa. Su estrategia apunta a captar en primer lugar a nicaragüenses residentes en Estados Unidos y a pacientes de Estados Unidos y Canadá, que viajan en busca de tratamientos médicos.

Álvaro Guerra, director del Hospital Central Managua, advirtió que para ser competitivo en turismo médico, el país debe elevar el nivel del personal, lo que cubre a médicos, enfermeras y técnicos quienes deben hablar inglés y dominar conceptos de servicio al cliente, consolidar la estandarización del servicio humano y personalizado. Asimismo, trabajar por conseguir las certificaciones de los hospitales y clínicas privadas que deseen involucrarse en esta industria.

En el caso del Hospital Central Managua, el doctor Guerra dijo que desde hace unos años vienen realizando importantes inversiones en infraestructura, que incluyen la construcción de un moderno servicio de emergencias, un laboratorio clínico y, en especial, tres quirófanos equipados con la más alta tecnología, con lámparas LED, cámara y monitor integrados, considerados los más modernos del país.

Además, desde el 2011 iniciaron el proceso formal de preparación de condiciones para adquirir la acreditación internacional de la Joint Commission International, JCI.

Guerra apuntó que hay retos por superar para que Nicaragua –y la región– crezcan en turismo médico, entre los que citó establecer a la mayor brevedad un marco jurídico adecuado, e incorporar en un esfuerzo de nación a todos los actores involucrados, para brindar una oferta integral de servicios médicos, turísticos y tratamientos alternativos.

Fuente: Estrategia Negocios